domingo, 28 de agosto de 2011

Tirando de la cadena legislativa

Tuve un profesor de esos que te marcan académicamente que dejó grandes frases y situaciones para la posteridad. Conocida de sobra su retórica, acudía a sus clases ávida de recibir conocimientos y alguna que otra anécdota. Un día, presa de la sinceridad y estableciendo una máxima a la que he recurrido posteriormente, se atrevió a afirmar:
- En este país los políticos tienen diarrea legislativa!
Enciendo la tele, leo el periódico y escucho la radio, y las noticias no hacen más que corroborar esta frase grandiosa en cuanto uso del vocabulario español y adecuación a la realidad normativa de nuestro país.

domingo, 7 de agosto de 2011

Humor gráfico

En un visionado conjunto por parte de unos amigos de unas fotos con más o menos años (aunque digitales, eso sí), apareció una en la que se podía ver a uno de los susodichos, o más bien su cabeza, mientras dormía. La tranquila escena era alterada por la aparición, en la esquina superior derecha de la foto, de unos cuartos traseros, propiedad de otro de los presentes. Ante tal imagen y en un derroche de ingenio, alguien sugirió:
-Mira, un gus-ano.
El nombre del dormilón estaba claro y la referencia a la anatomía humana también. Parece mentira que la conjunción de ambas de lugar a tan magno animal.

lunes, 11 de julio de 2011

El día que no hubo crisis

Hace un año tuvo lugar un acontecimiento sin precedentes en este país. Nuestra selección nacional se proclamó (por obra y gracia del Espíritu Santo) campeona del mundo de balompié. Siendo entrevistado el entrenador por tan magna hazaña, a la pregunta de si se esperaban el recibimiento que tuvieron en la capital del reino, él respondió en su habitual tono tranquilo y cansino:
-Sabíamos que había cierta corriente de simpatía hacia nosotros por lo que leíamos allí.
Menos mal que sólo eran unos cuantos millones de simpáticos y no fans enfervorizados y desmedidamente alterados ante el remate y posterior gol del tipo de los helados.

jueves, 30 de junio de 2011

La vida son dos días: uno en febrero y otro en diciembre

Esperando una larga cola en un local donde fotocopian libros (con autorización, qué os creéis!), tuve la suerte de coincidir con unos jóvenes que mostraban su entusiasmo ante las próximas perspectivas de fiestas y jaleos varios. Tras un corto silencio, una de ellas preguntó:
- Y ya sabéis de qué os vais a disfrazar en carnaval?
La pregunta fue seguida de abucheos varios ante la realidad aplastante de que "antes está nochevieja". Juventud, bendito tesoro!

martes, 21 de junio de 2011

Desde entonces busco a Lobezno

Entrando en la insigne ciudad, los cuatro viajeros de la línea Universitat-Ovetus se pararon en un semáforo. La dómina del coche se giró y muy seria mirando a los residentes del automóvil de al lado dijo:
-Yo a ese señor le conozco.
Miramos todos inquietados, pues la realidad de ver a alguien conocido en pleno atasco y habiendo entrado a la ciudad nos sorprendió. Vimos entonces a un señor de mediana edad, calvo, ojos claros y con gesto pensativo y solemne. No caíamos ninguno de los tres en la identidad del sujeto en cuestión y la interlocutora nos sacó de dudas:
-Es el de los X-men.
Justo entonces, el profesor Charles Xavier arrancó el coche que, sospechosamente, no tenía tarjeta de minusválido.

jueves, 9 de junio de 2011

La filosofía de Malamadre

Estando en un conocido metro cuadrado de baldosas de nuestra insigne ciudad, apareció un transeúnte (esta vez sin flor en el ojal) y tras unos minutos de alegrada charla nos confesó:
- Mañana empiezo un módulo en la cárcel de Villabona.
Le felicitamos por la noticia pero nos despachó rápidamente alegando:
- Os dejo, que he quedado hoy para ir a ver "Celda 211".
Huelga decir que los próximos días estuvimos atentos a las noticias por si el sujeto en cuestión imitaba las hazañas del loado film.

domingo, 5 de junio de 2011

Las razones de los 25 años

Este amigo en cuestión tuvo una revelación que compartió con el resto de semejantes. Así, nos confesó el motivo por el cual hacemos lo que hacemos cuando somos jóvenes. Con ese gesto de pensador que siempre ponía dijo muy solemnemente:
-Estoy sojuzgado por la biología.
Vamos, que las hormonas siempre están por encima del sentido común, aún cuando su casa se halla muy hacia el sur de nuestro cerebro.

martes, 31 de mayo de 2011

En la esquina mítica (I)

Habiendo hecho caso omiso a su intención de no pararse, el sujeto en cuestión se paró, fumó, nos miró y afirmó muy convencido
- Que carnaval ya pasó, eh!
De donde sí hay, se puede sacar un montón.

Heme aquí en estos retornos

Nació este blog en su día con la única idea de hacer pasar un buen rato a todo aquel que lo visitara a través de historias siempre verídicas, típicas de un sábado por la noche, de esas que todos tenemos pero que cuando las escuchamos en alto nos parecen dignas de una buena serie. Bienintencionado y modesto, "y va y dice" quedó relegado a ser un hermano muy menor de mi otro blog, si bien no me he olvidado de él. Porque los hermanos pequeños (y aquí tengo una buena excusa para proceder a poner una nueva entrada) siempre somos los grandes olvidados, por eso de que aprendemos todos los errores que cometieron los mayores y nuestros padres ya vienen enseñados por nuestros antecesores. Total, que nuestro plano es el segundo, pero no menor en importancia. De ahí que "y va y dice" se renueve un poquito y atienda las necesidades de su público, ávido de nuevas historias y sobre todo frases. Porque está muy bien tener algo que decir, pero cuando ese algo no viene a cuento tiene mucha más fuerza que el mejor de los reclamos. Aceptamos aquí cualquier buen chascarrillo escuchado por la calle, así como también historias y cosas raras en general. Querrá ser este un espacio para la risa, para el sinsentido, para la vida espontánea y sin reglas de desarrollo o trama. Lo que viene siendo la vida de un hermano menor, vamos.

viernes, 29 de enero de 2010

¡ UNA DE PONIS...!

No estoy de demasiado buen humor estos días, por circunstancias que no vienen al caso ahora, pero hay días en que ciertos sucesos te hacen esbozar una sonrisa, ya no porque a veces puedan ser auténticas putadas, sino por lo surrealistas que resultan.
Todos/as los que siguen este blog, sabéis que quien esto suscribe tiene un poni en su casa, llamado "Obi" para más señas (creo que es por Obi-Wan Kenobi, el de "La guerra de las galaxias", aunque mi hermana me dice que es por el presidente Obama, ya sabéis...es que mi caballo tiende más bien al color oscuro...), y creo que no tengo necesidad de repetiros lo hijo de p... que es, sobre todo porque muerde más que Drácula en un banco de sangre. Pero resulta que el otro día, a pesar de los lindiadores (unos trastos que electrifican las cercas de los prados) que protegían las colmenas, el muy cabrón encontró la manera de colarse tras la alambrada, y literalmente, tumbó una de ellas. Conozco muy bien a ese bicho, y sé que cuando relincha al ver a uno de nosotros, es que ha armado alguna...
Dicho y hecho. Pues hubo que levantar la colmena otra vez, con las abejas muy,muy encabronadas (la cuenta para mí, porque les tengo verdadero pánico a pesar de llevar traje de protección), y el puto poni más fresco que una lechuga (no entiendo cómo se libró de recibir picaduras). Pero...¿no hay un dicho que dice que el hombre es el único animal que tropieza dos veces sobre la misma piedra?, pues es mentira, porque también lo hacen los ponis. No pasó ni un día, cuando, al llegar de trabajar, mi hermana me dijo que el "Obi" la había vuelto a armar.
-"¿Qué ha hecho esta vez?.- Le pregunté con cansancio.-"¿Ha arrancado algún árbol o algo así?.
- Ha vuelto a hacer lo de las colmenas.- Me dijo ella.
Se me hizo un nudo en la garganta, lo confieso. No sentía ganas de tratar de nuevo con abejas.
-¿Cual ha tirado esta vez?.- Pregunté, cruzando los dedos...
- Todas. Las cinco que tenemos.
No me acuerdo de a qué o a quién maldije en aquel momento.
Pero esta vez no se salió con la suya, no. Esta vez las abejas fueron a saco a por él, y vaya si le quitaron las ganas de putearlas, vaya...Lo que recuerdo es ver a mi madre y a mi padre levantando una alambrada de espinos, y a mi madre literalmente rebozada de abejas de la cabeza a los pies... (a mí, sin ninguna duda, me habría dado un síncope...). Tuvimos que cercar las colmenas, aunque creo, sin temor a equivocarme, que al puñetero bicho se le habrán quitado las ganas de juguetear con las abejas de golpe...
Si a alguno de vosotros le interesa un poni, que sepa que se lo regalo...

HE DICHO